
Packaging alimentario sostenible: nuevos materiales celulósicos
Innovación en el packaging alimentario: el trabajo de Tommaso Bellesia
En el sector del packaging alimentario sostenible, la innovación está cada vez más orientada a mejorar la eficiencia y la calidad de los materiales utilizados. Tommaso Bellesia, joven investigador de la Universidad de Milán, está colaborando con Fedrigoni para desarrollar soluciones alternativas y responder a los desafíos del packaging alimentario sostenible. Su trabajo se centra en el diseño de envases que garanticen una protección óptima de los productos, mejorando al mismo tiempo la sostenibilidad y la practicidad de las soluciones disponibles.
De la investigación a la circularidad: un nuevo enfoque del packaging alimentario
Después de completar su licenciatura y máster en tecnologías alimentarias en la Universidad de Milán, Tommaso decidió emprender un doctorado con un objetivo claro: desarrollar un packaging alimentario sostenible. Su recorrido de investigación, que comenzó pocos meses después de graduarse, se centró en la extracción de celulosa a partir de residuos alimentarios y biomasa, con el objetivo de crear un sistema de producción basado en la economía circular.
La celulosa como recurso para el packaging alimentario
El núcleo del proyecto es la transformación de la celulosa en microfibrillas y nanocristales. «La celulosa está compuesta por fibras largas, y mediante procesos específicos podemos romperlas hasta obtener estructuras de tamaños micrométricos y nanométricos», explica el investigador. Esta tecnología representa un avance en el packaging alimentario sostenible, permitiendo obtener materiales con mejores propiedades mecánicas y de barrera. Sin embargo, el camino hacia un packaging alimentario sostenible y verdaderamente circular ha requerido afrontar y superar varios desafíos, en particular la eliminación de los disolventes contaminantes utilizados en los procesos de extracción.
El uso de microfibrillas y nanocristales de celulosa en el packaging alimentario
La visión del proyecto no ha estado exenta de dificultades. «A menudo, para crear materiales sostenibles, se utilizan disolventes que, paradójicamente, son contaminantes. He trabajado arduamente para desarrollar un método de extracción que fuera lo más sostenible y respetuoso con el medio ambiente posible», cuenta Tommaso. Este esfuerzo ha llevado a un proceso innovador que minimiza el uso de sustancias nocivas, convirtiendo la celulosa en un recurso aún más adecuado para el packaging alimentario sostenible.
El proyecto, inicialmente pensado para el contacto con alimentos, tuvo que adaptarse a las estrictas normativas que regulan el uso de nanomateriales en este sector. Colaborando con Fedrigoni, Tommaso ha ampliado las posibilidades de su investigación, explorando soluciones que puedan aplicarse no solo en el packaging alimentario sostenible, sino también en otros ámbitos industriales. «Estamos trabajando en barreras para el oxígeno y otros gases, útiles tanto en el sector alimentario como en otros campos», añade.
Un packaging alimentario innovador que cumple con las normativas
El recorrido de Tommaso se ha llevado a cabo en el marco de un doctorado industrial, una elección motivada por su deseo de combinar investigación y aplicación práctica. «No quería hacer un doctorado académico. Quería algo que me permitiera interactuar con empresas, crear soluciones concretas», afirma. Esta decisión resultó ser exitosa, permitiéndole desarrollar competencias que van desde la teoría hasta la práctica.
No han faltado desafíos, especialmente al equilibrar sostenibilidad y rendimiento. «Crear productos con sustancias menos contaminantes es más complejo y requiere mucha investigación y experimentación. Pero vale la pena», dice con convicción. Su trabajo está demostrando cómo un packaging alimentario sostenible puede lograrse sin comprometer la funcionalidad, reduciendo el impacto ambiental sin sacrificar la calidad de los materiales.
El futuro del packaging alimentario: reducir el impacto ambiental
Tommaso subraya la importancia de reunir habilidades diversas y experimentar sin miedo al fracaso. Según él, el doctorado representa un camino único de crecimiento personal y profesional. «Permite desarrollar habilidades especializadas y adquirir un profundo conocimiento en un sector específico, ofreciendo la oportunidad de trabajar estrechamente con expertos de la industria y acceder a redes de contactos que pueden ser fundamentales para la futura carrera profesional.»
Mirando al futuro, Tommaso espera que su trabajo tenga un impacto significativo no solo para Fedrigoni, sino para todo el sector del packaging alimentario sostenible. «Imagino que mi proyecto pueda llevar a una reducción del uso del plástico y a soluciones más ecológicas. Si mi packaging alimentario sostenible logra reemplazar materiales más contaminantes, estaré satisfecho», concluye.